Robinho al rescate

El Madrid ayer tenía la oportunidad de ponerse de nuevo a 5 puntos del Barça en la clasificación liguera. Sabían que el Barça tenía un partido difícil, pero también sabían que en esta temporada no habían ganado nunca en ninguna de sus visitas a Andalucía (Sevilla, 2-R. Madrid, 0; Almería, 2-R. Madrid 0 y Betis, 2-R. Madrid, 1).
Los de Schuster tenían que romper con esa mala racha que tenían en las tierras andaluzas, pero el partido se les puso difícil tras recibir un gol de Cáceres (que le hizo el lío a Ramos) tras un saque de una falta.
Los de Madrid reaccionaron y con su capitán al frente del ataque, en un balón de Drenthe el propio Raúl (que estaba en fuera de juego) remató el centro a gol y se llevó un buen golpe de Sorrentino que mide mal al salir.Los de Huelva se lanzaron al ataque y fue donde apareció otra vez para salvar los muebles "El Santo", Iker Casillas, que le hizo dos paradones a Sinama Pongolle a bocajarro evitando que se volvieran a poner los locales por delante en el marcador
El centro del campo del Madrid no estuvo muy activo, exceptuando a Robben como en los últimos encuentros, ya que salió Baptista en la mediapunta en lugar de Guti, que tiene más músculo que el canterano pero no tanta técnica ni visión de juego. Para dar salida de balón, Schuster metió a Gago y por detrás de este a Diarra que estuvo un buen rato viendo el partido de espectador. Los merengues aguantaron los ataques del Recre y esperaron a que terminara la primera mitad de juego.
El segundo tiempo comenzó con el Madrid un poco más despierto que en la primera mitad pero sin estar espabilados del todo. Y el árbitro entró en juego. A los pocos minutos de comenzar la segunda mitad, Iturralde expulsó a Beto en el minuto 51 y en el minuto 62, al poco de salir, a Quique Álvarez tras una entrada salvaje a Robben, que le ha causado un esguince de tobillo. Para compensar, en un salto de Ramos en el que el defensa del Madrid arriesgó mucho, vio su segunda cartulina amarilla y se fue a vestuarios. Más tarde, el árbitro puso en el acta que Ramos le dijo: "Cagao, que eres un Cagao".
Schuster veía que se le acababa el tiempo y decidió meter a Pepe para conseguir consistencia en defensa y luego se arriesgó todo a una carta: Robinho por Cannavaro; y le salió bien. El brasileño salió al campo y con él, el espíritu que le había faltado al Madrid en lo que duró su ausencia. Nada más salir, enganchó un balón muerto en la frontal que disparó a la cepa izquierda de la meta de Sorrentino.
El Madrid se ponía por delante y encima sabía que el Barça perdía en el Calderón. Robinho volvió a aparecer para hacer el segundo de los blancos. Gago vio el desmarque del brasileño, le metió un pase perfecto, y O' Principe con una tranquilidad pasmosa le hace una vaselina al portero del Recre estableciendo el 3-1 que le daba la victoria al Real Madrid.
Pero los de Zambrano no se rindieron, y se lanzaron al ataque a la desesperada pero el Madrid
aguantó hasta el minuto 92, cuando Martins estableció el 2-3 definitivo tras un gran gol de falta.