Torres le gana a Cesc

Anfield Road. Partido de vuelta de las semifinales de la Champions League. Liverpool - Arsenal. Los de Benítez partían con la ventaja del gol en campo ajeno marcado por Kuyt en el Emirates Stadium, pero nada estaba decidido ya que estaba enfrente el Arsenal de Cesc y Almunia, el equipo revelación de esta liga en la Premier.
Se empezaron adelantando los de Wenger al cuarto de hora de juego tras un gol de Diaby que disparó desde el área pequeña y tras rebotar en Reina el esférico entró. Los locales sabían que así estaban eliminados y se lanzaron al ataque para lograr como poco el empate. Dicho empate llegó tras un córner lanzado por Gerrard que remató Hyypia desde el área grande, cerca de la frontal, que iba dirigido a la escuadra (lo que se llama un misil) que no pudo interceptar Fabregas por mucho que saltó.
Los Reds ya habían cumplido con el primer objetivo que era igualar el partido. Tras esto, el Liverpool empezó a tocar la bola y a marear al Arsenal hasta que crearan ocasiones de gol. Y para marcar goles en el Liverpool está Fenrando Torres, y así lo demostró con un gran gol: controló con el pecho, se la colocó a su pie bueno y tras hacerse hueco entre dos defensas disparó a la puerta de Almunia que poco pudo hacer frente a ese cañonazo a la escuadra. Anfield saltó con el gol y Torres lo celebró con gran alegría.
El Liverpool ya iba por delante y tenía la eliminatoria encarrilada, y para reaccionar a este golazo de Torres, Wenger sacó a Van Persie y a Walcott. Este último tras un ataque del Liverpool cogió el balón en su campo y salió a la contra esquivando y regateando a todo jugador de rojo que se le ponía en su camino. Llegó al área y le dio un pase de la muerte a Adebayor (que por poco corta Skrtel) y el de Togo no perdonó frente a Reina. 2-2 y el Arsenal en semifinales.
Benítez había sacado a Ryan Babel para darle un poco más de mordiente al ataque de los suyos, y el revulsivo le funcionó. En la jugada inmediata al gol, Babel se adentró en el área del Arsenal y consiguió que Touré le hiciera penalty. Gerrard se encargaba de tirarlo, y Anfield confiaba en él, su capitán. El 8 no defraudó y metió el penalty.
El Arsenal salió a la desesperada a conseguir el empate que les clasificaría, pero no lo consiguieron. En un balón que colgó Cesc al área de Reina, el balón quedó suelto para que Kuyt le diera un pase en largo a Babel que el 19 consiguió controlar tras ganarle la posición a Cesc y lograr batir a Almunia para establecer el 4-2 definitivo que clasificaba a los de Benítez por 3ª vez en 4 años para las semifinales.